La elasticidad precio de la demanda: el concepto y ejemplos en salud
[vc_row css=».vc_custom_1533834763111{background-color: #ffffff !important;}»][vc_column][vc_custom_heading text=»La elasticidad precio de la demanda: el concepto y ejemplos en salud» font_container=»tag:h2|text_align:center|color:%23990d0d» use_theme_fonts=»yes»][vc_row_inner content_placement=»middle»][vc_column_inner width=»1/4″][/vc_column_inner][vc_column_inner width=»1/4″][vc_single_image image=»1868″ img_size=»110×110″ alignment=»center» style=»vc_box_shadow_circle_2″ css_animation=»bounceIn»][/vc_column_inner][vc_column_inner width=»1/4″][vc_column_text el_class=»referencias»]Giancarlo Romano
Economista y candidato a Magister en Economía
Director Área de Economía de la Salud
Neuroeconomix[/vc_column_text][/vc_column_inner][vc_column_inner width=»1/4″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text]
La elasticidad precio de la demanda de un bien o servicio permite determinar cómo y en qué magnitud los consumidores de ese bien o servicio responden a variaciones en los precios. El concepto es de gran utilidad e interés en salud pues posibilita estimar qué tan efectivas pueden ser políticas publicas vinculadas al consumo de bienes sanitarios o cuyo consumo afecta la salud y de qué lado del mercado, de la oferta o de la demanda, soporta la mayor parte de los cambios en el consumo en salud. En la presente entrada del blog explicamos el concepto de elasticidad precio de la demanda y ofrecemos un par de ejemplos en el sector de la salud.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]La demanda de un bien o servicio depende de los gustos o preferencias de los consumidores por ese bien o servicio, del precio de mismo y de los precios de otros bienes, del ingreso de los consumidores y de un conjunto amplio de otros factores. Sin embargo, en economía abstraemos esos elementos y decimos que la demanda por un bien o servicio está en función fundamentalmente de su propio precio. Con ello es posible estudiar el comportamiento de los consumidores diferenciando cómo responde su consumo ante cambios en los precios y ante cambios en los demás factores, de manera que podamos individualizar y cuantificar la magnitud y dirección de esos cambios y cómo ellos interactúan entre sí, estimando la influencia de cada uno de esos cambios en el efecto neto final. Además, nuestra experiencia cotidiana nos muestra que, si el precio de un bien o servicio se incrementa entonces la cantidad demandada del mismo se reduce, asumiendo que los demás factores que intervienen en la demanda de ese bien no varían. La pregunta es en cuanto se reduce la cantidad consumida de un bien como consecuencia de un incremento de su precio (o, al contrario, en cuanto se incrementa la cantidad consumida de un bien en respuesta a una reducción del precio de ese bien).
Una medida de la respuesta a variaciones en las cantidades consumidas de un bien como consecuencia de variaciones en su propio precio es la elasticidad precio de la demanda (EPD), que se calcula como la razón entre la variación porcentual de la cantidad demandada del bien (que llamamos Q) y la variación porcentual en el precio (que llamamos P), es decir,
EPD = (variación % en Q)/(variación % en P) = (AQ/Q)/(AP/P)
- Si la EPD > 1, se dice que la demanda del bien es elástica y un incremento del 10% en el precio genera una reducción mayor a 10% (más que proporcional) en la cantidad consumida. Así, una EPD = 2 significa que un incremento en el precio de 10% produce una reducción en el consumo de ese bien de 20%.
- Si la EPD < 1, se dice que la demanda del bien es inelástica y un incremento del 10% en el precio genera una reducción menor a 10% (menos que proporcional) en la cantidad consumida. Así, una EPD = 0,5 significa que un incremento en el precio de 10% produce una reducción en el consumo de ese bien de 5%.
- Si la EPD = 1, se dice que la demanda del bien tiene elasticidad unitaria y un incremento del 10% en el precio genera una reducción de 10% en la cantidad consumida.
Que la EPD de un bien sea elástica o inelástica depende de la naturaleza de ese bien. Los bienes considerados necesarios o cuyo consumo no puede ser fácilmente sustituible por otros suelen tener demandas inelásticas. Es el caso de la salud en general: desde que se llevó a cabo el experimento sobre aseguramiento en salud por parte de la RAND Corporation, la mayoría de los servicios de salud, incluidos los productos farmacéuticos, se consideran precio inelásticos, con EPD alrededor de –0,20 de acuerdo con distintos estudios realizados para países desarrollados (Yeung et al. 2016). En Colombia, se investigó la EPD intramolecular, marca y genérico para tres patologías trazadoras (hipertensión, diabetes e hiperlipidemia), en el mercado ético y privado colombiano, que concluyó que tanto medicamentos de marca como genéricos son inelásticos ante cambios en su precio, en particular son más inelásticos los medicamentos de marca que los genéricos (Vásquez et al., 2013).
La pregunta es qué implicaciones tiene el hecho de que bienes y servicios tengan EPD elásticas o inelásticas en los resultados en salud. Hay varias y mencionaremos dos de gran relevancia.
1. Estimar el impacto que tienen políticas de tributación sobre bienes de consumo masivo que ponen en riesgo la salud.
El consumo de tabaco es un importante factor de riesgo de enfermedad y causa subyacente de mala salud, muerte prevenible y discapacidad. Se estima que mata a más de 7 millones de personas cada año en todo el mundo, lo que representa más muertes cada año que el VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria combinados y el daño económico total del tabaquismo (incluidas las pérdidas de productividad por muerte y discapacidad) se ha estimado en más de US$ 1,400 miles de millones por año, equivalente al 1,8% del PIB anual mundial (Banco Mundial, 2018). La EPD agregada de cigarrillos en Colombia es de –0,78, lo que indica que, en Colombia un aumento de 10% del precio relativo del cigarrillo reduce la demanda agregada en 7,8% (Maldonado et al. 2016). Esto implica que hay espacio para alcanzar objetivos de salud pública a través de la reducción del consumo y simultáneamente aumentar los ingresos fiscales vía tributación mediante un impuesto al consumo de cigarrillos. El impuesto al cigarrillo se calcula que evitará aproximadamente 2.300 muertes y generará alrededor de $500 mil millones de recaudo a partir de 2018.
2. Evaluar cómo y a través de qué mecanismos los precios de medicamentos se constituyen en una barrera de acceso servicios de salud en general o a grupos poblacionales específicos.
Cuando se aprobó en Estados Unidos Deficit Reduction Act de 2005, el Congreso de manera inadvertida generó un incremento de los precios de los anticonceptivos orales en factores de 3 a 5 veces el precio inicial en los centros de salud de las universidades en ese país. Esto implicó una reducción de los métodos anticonceptivos de entre 2% y 4% entre las mujeres universitarias en general. Sin embargo, entre las universitarias que no tenían aseguramiento la reducción del uso de anticonceptivos se ubicó entre 6% y 16% e indujo en ellas la sustitución de la anticoncepción estándar por anticoncepción de emergencia y otras formas de control de natalidad por fuera de prescripción e indujo a que una parte importante redujera la frecuencia de encuentros sexuales (Collins y Hershbein, 2011). Así, un grupo específico de mujeres (jóvenes universitarias) que ya tenía barreras de acceso a métodos anticonceptivos por carencia de aseguramiento, experimentó en los incrementos de precios de esos fármacos una mayor incapacidad para obtener medicamentos por cuenta de mayores precios.
3. Determinar el poder de mercado en mercados de medicamentos.
La depresión es un trastorno que afecta a al 4,7% de la población en Colombia de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y constituye un problema de salud pública creciente. Cadena-Lozano et al. (2017) estimaron la EPD de un medicamento “tipo” utilizado para el tratamiento de la depresión y obtuvieron una EPD de 0.35 %, es decir, que los cambios en el precio no generan la respuesta esperada en la demanda, lo que hace de este medicamento uno altamente inelástico. Esto sugiere la existencia de un alto poder de mercado y de la capacidad de la empresa que lo fabrica en ejercer ese poder de mercado en el mercado relevante, lo que evidencia la necesidad de regular de alguna forma los precios para esa clase de medicamentos.
Por último, cabe decir que, pese a la sencillez del concepto, en la práctica no es fácil calcular la EPD de un bien o servicio. Se requiere estimar una función de demanda de un mercado mediante técnicas econométricas, algunas de ellas muy complejas y sofisticadas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1533834464911{background-color: #f7f7f7 !important;}»][vc_column][vc_custom_heading text=»Referencias» font_container=»tag:h4|text_align:left|color:%23990d0d» use_theme_fonts=»yes»][vc_column_text el_class=»referencias»]Cadena-Lozano, J., Ariza-Garzón, M., & Pulido-Cruz, C. (2017). Elasticidades de demanda de un medicamento antidepresivo en Colombia como estrategia para evaluar poder de mercado. Gerencia Y Políticas De Salud, 15(31).
Collins, E.M. y Hershbein, B. The Impact of Subsidized Birth Control for College Women: Evidence from the Deficit Reduction Act. Population Studies Center Research Report 11-737, May 2011.
Maldonado N, Llorente B, Deaza J. Impuestos y demanda de cigarrillos en Colombia. Rev Panam Salud Publica. 2016;40(4):229–36.
Vásquez J., Gómez K., Castaño E., Cadavid JV., Ramírez A. (2011). Elasticidad de la demanda por medicamentos en el mercado farmacéutico privado en Colombia. 17(37), 142-172.
Kai Yeung K., Basu A., Hansen RN. Y Sullivan D. (2016). Price elasticities of pharmaceuticals in a value-based-formulary setting. National Bureau of Economic Research, Working Paper 22308.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]